Apestas. Apesto. Todos apestan. Por qué las redes sociales nos hacen malos.

A medida que usamos sitios como Facebook, Twitter e Instagram tanto como personal como profesionalmente, todos llegamos a ver controversia y maldad.

En persona no encontramos tantos imbéciles, entonces, ¿Por qué cada vez que abrimos Facebook o Twitter encontramos peleas y gente grosera? Resulta que hay una explicación psicológica.

Una desconexión de las repercusiones sociales

Los foros sociales no son conversaciones en la vida real y tampoco las repercusiones de comportarse mal. Las pantallas protegen a las personas de las consecuencias negativas que enfrentarían si ofendieran a alguien en persona. Por ejemplo, si dices algo desagradable sobre la abuela en Navidad, todos los testigos se sentirán mal y ella te verá con odio. Por el contrario, si alguien te dice algo igual de hiriente en una computadora, no te lastimaría tanto.

En conclusión, todos esparcimos negatividad por todas las redes sociales porque no creemos que hará mucho daño.

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La paradoja del autoestima

Unas décadas atrás, cuando los jóvenes de 16 años podían obtener una licencia de conducir, llamaban a sus amigos y obtenían felicitaciones. Hoy en día, postean una selfie y obtienen 400 likes y comentarios. Obtener tu licencia es algo grande, pero las redes sociales hacen de cualquier pequeño logro una experiencia mucho más grande y nos hace sentir superiores debido a la atención constante y las felicitaciones a grande escala.

Toda esta adulación alza los egos y lleva a las personas a no tener control cuando se trata de criticar a otros, ya que no ven a los demás tan inteligentes, atractivos o impresionantes como sí mismos.

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Mentalidad de masas y parálisis de elecciones

A pesar de su propio juicio es más fácil entrar a una conversación negativa cuando muchas personas te dan la razón. Esto no es algo que empezó hace una década pero las redes sociales aumentan la frecuencia de estos acontecimientos.

Todos los días hay una discusión nueva que nos puede absorber, estamos presionados constantemente a elegir y compartir cómo nos sentimos sobre algún tema en específico ya que es la manera más fácil de mantenerse relevante cuando todos los demás solo hablan de eso, por ejemplo, Donald Trump.

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Hacer sentir mal a otros, nos hace más grandes (en nuestra mente)

¿Por qué vemos “Real Housewives”, nos metemos en peleas o escuchamos chismes sobre nuestros compañeros de trabajo? Por la misma razón que los bullies molestan a las personas, cuando agredes a alguien te hace sentir mejor sobre ti mismo. Al insultar en redes sociales, te confirmas a ti mismo una y otra vez que tu vida es mejor.

Nuestras inseguridades aún existen, pero al menos no son tan malas como las de la persona a la que molestamos. Debido a que el sentimiento que provoca hacer sentir mal a otros es breve, este comportamiento se repite frecuentemente.

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En verdad odiamos que los patrones se rompan

En muchas redes sociales, te dan el contenido que saben que te va a gustar, cuentan con un algoritmo que sabe elegir lo que te hará pasar más tiempo en su página. Y cuando esto se rompe o interrumpe, la gente enloquece.

Aprende más

Las redes sociales son una versión exagerada de la vida real, es más rápida y llega a más gente. La negatividad en todo social media no se irá, pero al entender los motivos detrás de estas actitudes, las marcas pueden ganar.